sábado, 19 de octubre de 2013

CANDIDATOS SIN PROPUESTAS Y SÍ CON CHICANAS

A pocos días del 27 de octubre, día de elecciones legislativas en la Argentina, la mayoría de los ciudadanos argentinos no tenemos propuestas concretas de quienes aspiran a lograr un lugar en diputados y senadores. Todos dicen lo mismo, mejorar lo hecho, o tal vez cambiar mucho de lo hecho, según el lugar político en el que estén. Algunos hablan de "moral" cuando fueron sorprendidos en actitudes inmorales, otros ocultan las ganas de estrechar lazos con el FMI y algunos se consideran ya presidentes.

Ninguno de todos los candidatos ha aclarado que irá a sentarse a una banca, que deberá tener proyectos para mejorar la vida de todos, que deberá luchar para que el resto de la bancada se lo apruebe, para luchar en las respectivas comisiones. En realidad, todos se creen "primeros mandatarios". Y ésta es una elección de representantes nuestros y no presidencial.
Ninguna propuesta y sí muchas ganas de discutir y de señalarle al otro que está mal, que no sirve, que es un ladrón encubierto, cualquier cosa dicha con alguna mesura o con ninguna. Se dan todos los matices. Y nada en concreto para el ciudadano.
Los comunicadores tenemos una obligación sustancial, entre otras tantas, y es la de indicar esto que hacemos en este blog, que no tenemos propuestas de los candidatos, que no sabemos nada de lo que van a hacer si ganan, que nadie ofreció un mero proyecto ya armadito para empezar su lucha por nuestro bienestar, pero sí sabemos que tendremos que pagarles un excelente sueldo, alejado de la realidad de todos los argentinos, y que tendrán jubilaciones fabulosas que ningún trabajador tiene solo por sentarse en el Congreso. Necesitamos propuestas pero los candidatos están preocupados por sus imágenes y por el 2015, por ser presidenciables, no por el paso en el Congreso que es donde deberían demostrarnos todos, absolutamente todos, que realmente tienen interés en mejorar lo mejorable y en no destruir lo bueno ya hecho. Una campaña muy pobre, muy egoísta, muy carente de sentido común.