sábado, 10 de marzo de 2012

LA PROSTITUCIÓN VIP EN LA TV PORTEÑA

La "prostitución vip" es el tema de la televisión porteña desde hace una semana, a toda hora, sin importar el horario de protección al menor. Así estamos viendo y escuchando cualquier tipo de elucubraciones sobre una supuesta novedad de los medios, en medio de palabrotas, de mujeres que acusan a otras, y en programas revestidos de una pátina de seriedad que no se les puede creer. La banalidad es la moneda corriente, confundiendo banalidad con el arte de entretener.
En los medios la prostitución existe desde que el hombre copó la parada y la mujer se transformó en la futura "contratada". Que se frecuente sábanas de tal o cual y que fulana o mengana sean meretrices antes que cualquier otra cosa es harina de otro costal y solo con verlas uno puede deducir cómo han podido llegar al medio y a ganar lo que ganan, en detrimento de cualquier mujer del mundo que no frecuente dormitorios que no les son propios.
El tema pasa, para nosotros, por la liviandad con que vedettes o bien panelistas se tiran en la cara este "pasado" como si se estuviesen diciendo " te peinaste mal", con lenguaje no acorde al horario. Decir esto con toda la palabrita expresada a las 13.30 o a las 18 no es lo mismo que a las 0 hora. Pero ya nadie cuida los mínimos detalles de la televisión como sí se hacía hasta hace 5 años atrás. Es un jolgorio desagradable, en boca de conductores de ambos sexos que, repentinamente, adoptan una máscara de serios y preocupados por el que dirán cuando no paran de ensuciar las mismas sábanas que parecen ahora defender por "privacidad" de las involucradas supuestamente, siempre!
Y se le añadió un detalle más, que raya en figuras que la Justicia maneja: "madamas" en un momento en que hay movimientos nacionales y mundiales en contra de la trata de blancas, donde muchos firmamos para que la Justicia tome cartas en el asunto con todo, cuando se hacen denuncias terribles contra tratantes de blancas y narcotraficantes. Entonces es cuando, por casualidad según parece, la televisión toma el caso de la "prostitución vip", "madamas" incluídas, con una liviandad aterradora. Ya no tienen límites y los dueños de los canales privados mucho menos. El rating es publicidad y la publicidad es plata. Es lo único que les importa. Quien no tiene dinero para pagarse una entrada de teatro o cine, está anclado en la televisión y es la "audiencia cautiva" la que se perjudica, generalmente los sectores de menores recursos.
Así surgen rumores, que no se llevan al plató televisivo, de variada índole que señala a encumbrados sectores sociales presuntamente sumergidos en la trata de esclavos para sus empresas, en cómo estarían "frenados" muchos juicios, en cómo el dinero sigue siendo un poderoso señor, sábanas extras incluídas. Por lo bajo, pero haciendo correr la bolilla de que "fulano" tiene tal o cual empresa, de que allí hay "esclavos", de que fulana es "madama" o entrega a hermosas mujeres, en medio de un chimenterío tremendo que solo agrega preocupación en quienes todavía nos asombramos de la bajeza espiritual generalizada.
Esta televisión es la que no queremos. Es la televisión a la que se le debe meter mano en su contenido y limpiarlo.No queremos a estos conductores de ambos sexos, no queremos este tipo de programas, no queremos ser la ciudad de unos pocos que mandan y atropellan a los que menos tienen.
Hasta ahora era el chimento barato, de escaso rating. Ahora vino la prostitución vip, que no es tal, y que siempre existió. La cuestión es dañar a las que caigan en la volteada y dañar el tejido social en su parte más sensible: la grandeza espiritual.